Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

En efecto, tiene razón el Sr. Sánchez Guerra; y yo debo declarar que el Consejo de Ministros trató de los Institutos de Cabra y de Jerez, y creyó que por sus antecedentes, por su historia y por los recursos con que cuentan, debían tener la misma suerte [1362] que los Institutos de capitales de provincias, acordándose que se incluyeran en los presupuestos generales del Estado; de manera que si no se ha hecho así, debe ser por un error de redacción, que fácilmente podrá subsanarse en la Comisión de presupuestos; porque la casualidad hace que sean precisamente los omitidos Institutos que no ocasionan gasto alguno al Estado, toda vez que lo que aquel da por un parte, los Institutos lo resarcen por otra. El Gobierno insiste, pues, en la palabra que dio a los señores representantes de Jerez y de Cabra, y repite que, en efecto, entendió que esos dos Institutos debían ser considerados como los Institutos provinciales. [1363]